
SIN NOSOTRAS, NO HAY CONSTITUCIÓN
Por Liliana Muñoz Hernández
Las mujeres por siglos hemos sido marginadas de la toma de decisiones que direccionan el curso de nuestra sociedad, siendo principalmente compañeras y muy pocas veces protagonistas. Hemos tenido que dar una larga lucha para ir obteniendo de a poco los mismos derechos que los hombres y tratar de vivir una vida en plenitud, alejadas de la violencia y la discriminación, a pesar de nuestros esfuerzos aún estamos muy lejos de lograrlo.
Nosotras tenemos mucho que decir, somos quienes levantamos nuestros hogares, nos hacemos cargo íntegramente de nuestros hijos cuando el padre decide olvidarlos, apoyamos a nuestros padres, nuestras familias y a pesar de todo este trabajo, somos capaces de apoyar y acompañar a una amiga, un vecino y hasta un desconocido que necesita ayuda, entendemos desde pequeñas la utilidad de la colaboración y vivimos la empatía, por algo somos las mujeres quienes lideramos la mayoría de las junta de vecinos o las que empezamos a organizar las ollas comunes en tiempos de crisis.
Hoy estamos frente a un momento constituyente empezado y empujado por una sociedad que dijo basta a años de abuso y abandono, este es un momento histórico ya que por primera vez se redactará una Constitución con la participación de ciudadanas y ciudadanos elegidos por votación popular, volvamos este momento aún más histórico asegurando que el órgano que redacte esta nueva carta sea compuesto 100% por personas elegidas para ese fin y que la mitad de estas sean mujeres.
Las mujeres podemos tener ideas diferentes según con nuestra ideología política, religiosa, familiar, etc., pero a la hora de encontrarnos y conversar vemos que tenemos experiencias de vida en común, dolores y necesidades similares, porque la experiencia de ser mujer en Chile es parecida, discriminación y marginación las hemos sentido todas, estas vivencias afines facilitan el encuentro y el dialogo a pesar de nuestras diferencias, permitiendo encontrar soluciones innovadoras a los grandes problemas que enfrentamos solo por ser mujeres.
Somos nosotras quienes podemos asegurar que la protección de niñas y niños, el derecho a una vida sin violencia, la educación no sexista, los derechos sexuales y reproductivos, revalorizar y resignificar el rol de los cuidados, el acceso a una vivienda digna, la equidad salarial, la no discriminación, y muchos otros temas que nos interesan a todas y todos estén integrados en nuestra nueva carta fundamental, solo la Convención Constitucional permite que las mujeres seamos la mitad de quienes redacten una nueva Constitución.
Esa capacidad que tenemos para ponernos en el lugar de la otra y del otro y de trabajar por el bien común, es muy necesaria para el Chile que queremos, uno en el que la empatía y la equidad sean la base de una nueva sociedad, por esto es fundamental que nosotras seamos la mitad de quienes redacten la nueva Constitución. Este 25 de octubre además de votar Apruebo es necesario votar Convención Constitucional.